Parto; ¿producirlo o esperar a que sea natural?

Parece una cuestión inamovible, el parto llegará de un momento a otro, en el que romperás aguas y el niño empezará su recorrido al mundo con todo lo que ello conlleva. Sin embargo, en 2018, un estudio publicado por William Grobman, un joven ginecólogo de Chicago, detalla que es beneficioso precipitar el embarazo de forma sistemática en la semana 39. De esta forma, desde Estudio Médico Navarro lanzamos la siguiente pregunta respecto al parto ¿es mejor producirlo o esperarlo a que sea natural?
Según el estudio de Grobman, que ha causado un profundo impacto en el mundo ginecológico, las dos opciones son seguras, tanto para la madre como para los recién nacidos. Sin embargo, induciendo el parto en la semana 39 se logran menos cesáreas y hay menos problemas hipertensivos.
Se trata de un estudio sobre el que la comunidad médica se sigue preguntando, y es que un solo estudio no basta para determinar una práctica que ha sido un concepto muy asentado tanto clínica como socialmente, además de suponer un cambio para el sistema organizativo de hospitales si se decidiera instaurar una política de inducción del parto en la semana 39. 
En el caso de inducir el parto es importante tener en cuenta que, pese a su seguridad, a raíz de esto se tenderá a alargar los tiempos de la mujer en el hospital, con inducciones de hasta 15 horas. Y llegando al caso de instaurar este modelo en la práctica, también habrá que tratar con los propios pacientes, familiares, ginecólogos, equipos y técnicas, puesto que la inducción del parto tendría que adaptarse y la propia sociedad debería adaptarse a él, generando un proceso de conocimiento.
Sin duda se trata de unos resultados excelentes, que, además de ofrecer unos resultados sanitarios más seguros, pueden ofrecer a algunas mujeres una alternativa con sus pros y sus contras.